La obra de Armando Romero utiliza numerosos elementos visuales para crear universos en los que se yuxtaponen imágenes provenientes de la pintura de los grandes maestros con imágenes de la cultura pop masiva y garabatos que remiten al graffiti naive.

 

Es mediante esa multiplicidad de lenguajes que Romero crea escenas surreales en las que protagonistas de la cultura clásica conviven con personajes de dibujos animados. Momentos de humor irreverente que abren la puerta a la narrativa propia del espectador generando nuevas historias y una renovada conexión emocional con las obras clásicas.

 

En sus lienzos, Romero ofrece construcciones espaciales de planos superpuestos, que son finalmente integrados a través de una minuciosa composición visual que guía al espectador a través del cuadro, enfatizando la característica bidimensional de la pintura.

 

Seguro de su maestría técnica - con la que lo mismo dibuja, pinta o esculpe -  y no conforme con crear imágenes extraordinarias, Armando Romero parece vandalizar con agudeza sus propias imágenes para crear un complejo mundo lleno de dinamismo visual, virtuosismo formal e ingenio sublime.

 

Para esta exposición Romero presenta su más reciente serie inspirada en Las Tentaciones de San Antonio de Jheronimus van Aken, el Bosco. Obra icónica del siglo XVI que retrata la lucha entre el bien y el mal, uno de los temas favoritos del pintor flamenco. Romero recompone las escenas de la obra original con pequeños recuadros que va insertando en los lienzos generando escenas llenas de humor perverso.

 

Armando Romero forma parte del mundo artístico gracias a su padre escultor y a  la influencia de una generación de artistas con las que convivió desde muy temprana edad. Desarrolla su formación artística en la Escuela de Arte La Esmeralda en la Ciudad de México donde estudió pintura, escultura y grabado. Su obra ha sido exhibida en Estados Unidos, Europa y México.